«La casa rota» y yo
Vivo en una casa con nombre «La casa rota». Se lo puso mi hija cuando la compramos. Te podrás imaginar por qué.
La compramos por dos motivos, estaba bien de precio y tenía ese encanto de casa vieja con sus vigas de madera y sus puertas con molduras.
Pero necesitaba mucho cariño. Y mucho trabajo.
Y nos pusimos a ello sin saber casi lo que nos esperaba.
Surgieron imprevistos.
Tuvimos problemas con el constructor.
Y la pintamos nosotros mismos porque no nos llegaba el dinero.
Pero acabamos. Siempre se acaba.
Y aprendí cómo se tiene que hacer una reforma de este tipo como se aprende de verdad, viviéndolo yo misma.
Por eso ahora me dedico a ayudar a románticos como tú y como yo.
Que nos quedamos embobados mirando techos de madera, suelos de baldosas de colores e imaginando historias sobre quién habrá vivido allí.
Si quieres saber más de mí puedes hacerlo a través de este post. 🙂
meri@mericruz.com
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