Si estás pensando en reformar tu casa probablemente te sientas algo abrumado. No son pocas las cosas que tienes que hacer y las decisiones que tienes que tomar, la verdad.
Si a eso le sumas la elevada inversión que normalmente hay que hacer y la pésima experiencia vivida por algún conocido, esto de hacer reformas se convierte en una montaña insuperable.
Si has leído el post de la semana pasada ya tendrás contigo una hoja de ruta. Una lista de cosas que si o si van a suceder si empiezas esta aventura.
Muchos de mis clientes me dicen al acabar su obra que, si hicieran otra, la harían mucho mejor. Y eso es porque se aprende muchísimo durante todo el proceso. El problema de ir aprendiendo sobre la marcha es que la mayoría de las veces es a costa de tiempo y por lo tanto, de dinero.
Sabiendo eso mi objetivo es proporcionar ese conocimiento que “te haría hacer la segunda obra mejor” antes de que empieces la primera.
Entonces ¿ya tienes tu checklist a punto?
A lo largo de las próximas semanas vamos a ir viendo en detalle todos y cada uno de los puntos. Hoy empezamos con el mundo apasionante de las licencias de obra.
Porque no solo se trata de hacer la obra y de que quede preciosa. Se trata de vivirla como una experiencia positiva ¿Y sabes cuál es el secreto para ello?
Hacer las cosas bien des del principio y rodearte de los mejores profesionales que te puedas permitir.
Así de fácil.
Te dejo entonces con este video donde te explico ese primer paso que tienes que dar.
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